viernes, 3 de mayo de 2013

Recuérdame para siempre.

    Recuérdame para siempre


Introducción:
Lara es una chica de 15 años, es divertida, amable, romántica. Gracias a sus buenas notas, sus padres deciden de que ya era hora de tomarse unas buenas vacaciones. Deciden ir a Canarias, allí Lara descubre por primera vez lo que es el amor, se enamora de un chico canario, Dani. Todo parece ir de perlas, hasta que llego el día de regresar. Aquel adiós lo cambió todo para siempre. Lara indignada, no puede olvidarle, así que se escapa de casa y decide coger un vuelo. Cuando llegó se dio cuenta de que todo había cambiado. Solo quedó aquel recuerdo, guardado para siempre...




                                            CAPÍTULO 1
Acababa de terminar el curso, y sí, aprobé todas...menos mate, benditas matemáticas no soy capaz de aprovarlas, pero en fin me había ganado unas buenas vacaciones junto a mi familia. Dentro de lo que cabe, me había esforzado ya que las notas del curso anterior eran desastrosas, no daba palo al agua.
Al enseñarle las notas a mis padres se quedaron boquiabiertos:
-¿Y esto? decía mi madre
-Pues que me he esforzado mamá. (Repliqué a la vez que gestualizaba con la cabeza).
-No, no, digo matemáticas ¡Con un cuatro!...¿Que significa esto Lara?
-Pues, verás mamá lo he intentado, pero no soy capaz, no las entiendo. (Dije con voz preocuapada)
-Hija habrá que tomar medidas, te apuntaremos a alguna academia para que te ayuden
-¿Otra vez? pero si siempre lo hacéis y sabéis que eso no funciona conmigo
-Pero es porque no te esfuerzas Lara...(replicó mi madre)
-En fin mamá lo que tu digas
Siempre intento darle la razón para que no discutamos. Lo aprendí con el paso de los años, hay que dejarla a lo suyo.
Mi padre si estaba satisfecho conmigo, aunque le fastidiaba que me hubieran vuelto a caer,
pero me prometió que si me caían menos de 3 iría de vacaciones a Canarias  con ellos.
Menos mal, si tengo que quedarme otro año sin vacaciones y casa de mis abuelos, me volvería loca, majareta, chiflada...Quién sabe.


                            
                         CAPÍTULO 2                                                                                                                                                                            
-Lara, Chhs, Lara cariño despierta, ¡Venga, arriba!
-¿Eh? ¿Qué pasa?
-A sí, ¡nos vamos!
Tenía tanto sueño que ni me acordaba que hoy mismo nos íbamos de vacaciones, soy muy amiga de las mantas ¿Vale?. Las 05:30 de la mañana si señor, con ánimos, menos mal que el día anterior me había preparado la maleta, soy un desastre, tardo demasiado para todo. Bajé a la cocina, y ahí estaban los ímbeciles de mis hermanos, Javi y Gonzalo. Javi se evade de la familia ya que tiene su propia casa en el centro y tiene novia, todo lo que una necesita para quitarse a sus hermanos de encima, que sus hermanos encuentren el amor. Y Gonzalo mi hermano pequeño, y yo disfrutando de mis 16. 
-¡Venga hija, desayuna! Que no vamos sobrados de tiempo.
-Sí mamá (Afirmé)
Y cómo no, Gonzalo tenía que joderme, no es el mismo, si no me jode. Me tiraba migas de magdalena a la taza. 
¡Que me dejes ya niñato! (Grité)
¿Y si no qué? Chula (Dijo riéndonse)
Me levanté, y le pegué en la cara, le deje la mano marcada, pero...Me levanté tan bruscamente, que se me cayó la taza, una taza a la cuál le tenía muchísimo cariño, era un recuerdo de cuándo estuvimos en Miami.
-¡Mira la que has liado!
-¿Yo? Pero que dices estúpida, si has sido tú.
-Si tú no te hubieras metido conmigo, esto no hubiera pasado.
-¡Parar ya los dos! Mira que todos los dias igual, ¿Habrá algún dia en el que estéis bien el uno con el otro?
-Pues no (Dijimos los dos a la vez).
Javi se reía mientras contemplaba el panorama. Me cabreé y subí a mi habitación, sin desayunar, recordé que tenía barritas de muesly que se olvidó Irene (una compañera de clase) en mi habitación. Abrí el cajón y saqué una de esas barritas, estaban deliciosas. Después fuí al baño, me aseé, y me vestí con unos pantalones cortos azules y una camiseta de pull & bear que me regaló mi mejor amiga por mi cumpleaños, Bea; es la persona más divertida que he conocido hasta ahora, es una payasa, no hay momento en el que no puedas para de reírte con ella. Siempre le digo que se presente a algún programa de televisión, pero dice que es vergonzosa, y le dije: 
-¿Verguenza? para hacer payasadas delante del director  no tienes verguenza ¿Verdad? 
Se ganó una expulsión de las gordas y ella seguía con sus tonterías.
En fin...la quiero muchísimo. Y después me puse mis vans azules, cerré la maleta, recogí mi habitación y bajé a la entrada.
-Bueno familia, ¿ya estáis preparados? (Dijo mi padre)
-¡Sí! (Gritamos todos excepto mi madre)
-Si cariño, enseguida voy
-Jo mamá siempre igual (Dijo Gonzalo)
Al cabo de unos 10 minutos salió mi madre, bueno familia ¡A Canarias vamos!
-¡Sí Yujuu!


             
                                              CAPÍTULO 3
Mi padre conducía, mi madre leía una novela de Charles Dickes, Gonzalo jugaba con la condola, y Javi estaba con el portátil, mientras yo escuchaba algo de música; Taylor Swift, adoro las canciones de esa mujer. Al cabo de 1h, Gonzalo se hacía pis, asique tuvimos que parar en una gasolinera. Bajamos todos, mi hermano fué corriendo al baño, mi padre se compró una napolitana rellena de chocolate.
-¿Quiéres algo? (Me preguntó)
-Mmmm vale, una coca-cola tal vez.
Mi madre, compró un libro llamado ``La dama de Alba´´ una novela de caballería. Javi unos auriculares y Gonzalo barritas de chocolate. Pues aún nos quedaba una hora, hasta llegar al aeropuerto de Barajas.
Pasó la hora y por fin ya estábamos en Madrid cuestion de minutos para llegar al aeropuerto, todos eufóricos.
Por fin llegamos, aquello era de grande como mi ciudad, te perdías seguro.
Nuesto vuelo salía en 10min, fueron a la cafetería mientras yo decidí ir a una librería que había enfrente, urgando entre tantos libros, encontré uno, el cual su simple descripción me llegó al alma. Enamorados, mis libros preferidos son de amor, se titulaba ``nada es para siempre´´. Leí un poco por encima; trataba sobre una chica que se enamora de un chaval que conoció en la playa el cual, la enamoraba con cada gesto, cada palabra, cada mirada, cada beso. Y simplemente él solo la quería para su interés...Bonito principio ¿Verdad? Lástima que termine tan espantoso. Fuí a la cafetería, en frente de la librería y le dije a mi madre que me lo comprara. 
-¿Otro? Pero si tienes muchísimos que todavía no te has leído (dijo mi madre)
-Ya mamá, pero esque no son de mi estilo, no me gustan (dije)
-Esque hija, luego no te los lees y para que cojan polvo...
-Porfa mamá...(le supliqué)
-Esta bien (respondió mi madre)
 Fuí corriendo, y lo compré. Por fin tendría un viaje entretenido.
-¡Lara, venga que nos vamos! (Gritaba mi padre desde la cafetería)
-Enseguida voy (afirmé)
Y subiendo al avión, me crucé con un chico, alto, moreno, ¡Dios mío, que mirada tan seductora!. Lástima que se sentara tan lejos de mí. Me senté, me relajé, me puse los cascos y me quedé sobando.




                                              CAPÍTULO 4
-Lara, cielo despierta, ya hemos llegado
-¿Eh?, ¿Qué pasa? A sí, hemos llegado.
Y al fin, llegamos, llevaba deseando este viaje todo un curso, por fin fuera de aquella ciudad, creo que me ahogaba de estar alli. Cogimos un taxi, hasta ``Casitas Maura´´ el hotel donde nos íbamos a hospedar. Una habitación pequeña pero acogedora, y cómo no, con mi estúpido hermano. Y Javi en una para el, que ganas tengo de tener su edad e independizarme. Conforme entré contemplé un gran balcón, salí...¡Pero que vistas tan expléndidas! Un mar azul, una arena oscura, una gran vegetación... Perfecto.
Cogí mis gafas ray-ban, me arreglé un poquito y salí a pasear. Era un sueño estar aquí, después de tanto tiempo sin ver mundo. Un gran paseo marítimo, puestos hippies, un clima  cálido. 
-¡Oh sí, esto si es estar en paz! (Exclamé)
Es hora de volver a casa, se acabó el paseo.
-Hola cariño, ¿Qué tal el paseo? ¿Te gustó? (preguntó mi madre)
-Sí mamá, ¡Este sitio es precioso! (exclamé)
-Me alegro, corazón (me sonrió mi madre, a la vez que me acariciaba el pelo)
-Pues venga, ya es hora de ir a dormir, mañana madrugaremos para ir a coger un buen sitio  a la playa.
-Está bien (dije con tono pésimo)
-Buenas noches cariño, que descanses (me dijo mientras me besaba la mejilla)



                                          CAPÍTULO 5
-¡Piii!, ¡Piii!, ¡Pii!; (Sonaba el despertador)
Las 08:00 de la mañana, estoy segura de que este día, será un día especial, lleno de aventuras (Pensé, mientras me estiraba en la cama, igual que un gato). Me levanté, me di una buena ducha, me vestí y bajé a desayunar.
-Buenos días corazón (me dijo mi padre, mientras me contemplaba bajando por las escaleras)
-Hola papá, ¿Qué tal has dormirdo? (le pregunté)
-Muy bien, ¿Y tú hija? 
-Já, porsupuesto que dumió bien tu padre, ¡Menudos ronquidos! (exclamó mi madre)
-Los de siempre ¿No? (dije mientras me reía)
-Bueno...sí, eso esque duermo muy bien (Admitió mi padre)
Cogí del frutero dos naranjas, las exprimí e hice un zumo de naranja para desayunar, mas dos muffins de chocolate. 
-Bueno, pues estos serán los planes para hoy; ahora iremos a la playa, cómo véis es temprano, tenemos que coger un buen sitio, estaremos ahí toda la mañana, comeremos ahí, y después iremos a un parque de atracciones, y haremos una ruta turística. ¿Qué os parece? (Dijo mi padre)
-¡Genial! (Exclamamos todos)
-Pues venga, manos a la obra (Dijo mi padre)
Cogí, mi bolso de playa, mis cosas, y subimos al coche para ir a la playa, la verdad no estaba muy lejos de aquí, asique podía ir cuando me plazca. 
Pasaron quince minutos, y llegamos, el frescor, la brisa, el olor, es perfecto. 
-Y bien...¿Dónde nos ponemos? (Dijo Javi)
-Un sitio que este un poco despejado, tal vez (Dijo mamá)
-Sí, mira ese de ahí (Dijo Gonzalo)
Un sitio, despejado, donde pegaba el sol, era el lugar perfecto para tomar el sol. Coloqué la sombrilla, extendí mi toalla, me eché crema solar por todo el cuerpo y me tumbé  a tomar el sol.
-Ahora venimos, vamos a comprar unos helados (Dijeron mamá y Gonzalo)
-Nosotros vamos a dar un paseo por aquí (Dijeron papá y Javi)
Me quedé yo sola, me puse los cascos y empecé a escuchar Pablo Alborán. Me encantaba tomar el sol así, sin nadie más. Pensé en las patatas fritas y en el chocolate que se mantenía frío en la bolsa isotérmica que tenía a mi lado. Me sentía satisfecha. Y entonces, un balón de fútbol salió disparado de la nada y rebotó en mis gafas de sol, haciendo saltar ambos cristales.
-¡Ay!, ¿Pero qué...? (Dige, indignada, mientras sujetaba mis pobres gafas destrozadas).
Levanté la mirada y vi que alguien se acercaba a mí. El sol me daba en los ojos, pero caí en la cuenta de que era un chico, más o menos de mi edad, y no parecía arrepentido.
-¿Qué narices estás haciendo?, ¡Me ha dolido, joder! (Dije sonrojada, con un atractivo tono remolacha)
-Lo siento mucho tía (Se disculpó mientras se reía)                                                                                                                           Ha sido sin querer. Darío es un manta como centrocampista (Dijo mientras señalaba a tres chicos, que a su vez me señalaban y se reían de mí).
-Sí, bueno, por poco me dejáis ciega (Respondí con un gruñido)
-No te ofendas, pero para mí que no (Replicó el chico)                                                                                            Solo es plástico, mira.
Me arrimó el balón estaba decorado con princesas disney. No me enamoré de él en ese mismo instante, sin duda alguna en mi cabeza me venía el pensamiento de que sería el comienzo de una historia. No pude evitar sonrojarme.
-Bonita pelota (Dije, mientras luchaba contra el impulso de mirarle la bragueta)
-Gracias. Me la encontré por ahí.
-Pues mola. Sí que has tenido suerte (Repliqué ingenuosamente)
Inclinó la cabeza a un lado como diciendo: <<Qué chica tan rara>>.



                                                         CAPÍTULO 6
Se dejó caer en la arena, a mi lado.
-Me llamo Dani (Dijo).
-Hola, Dani (Dije)                                                                                                                                                                   
Me miró unos instantes. Boquiabierta le devolví la mirada
-Yo, Lara (añadí a toda prisa)
-Bueno, encantado de conocerte Lara (Dijo él, y sonrió de nuevo).
Su dentadura era perfecta, hasta un punto ridículo. Se notaba que quería fardar. Bajó la vista para espantar una mosca que tenía en el pie y aproveché la oportunidad para echarle un buen vistazo. Pelo corto y castaño oscuro, delgado pero no esquelético, y no llevaba más que un bañador tipo bermuda. No se podía negar: estaba buenísimo.
-Y dime, ¿Has venido sola? (Preguntó mientras se pasaba la pelota de una mano a otra)
-Con mis padres, pero voy a mi rollo casi todo el tiempo, ¿Y tú?
-Estoy con esos, amigos del insti (Respondió Dani, mientras señalaba con la barbilla a sus amigos, que ahora dedicaban todas sus energías a pegarse empujones sobre la arena). 
-Ah, ¿Qué estudíais?( Dije para entablar una conversación)
-Sí, bachillerato (Respondió)
¿Y te va bien? (Le pregunté)
-Bueno...sinceramente, hay que estudiar bastante para aprobar el curso, pero sí me va bien.            Por cierto, esta noche vamos a organizar una barbacoa en la playa, ¿Te apetece venir?
-Sí, claro. Porsupuesto que iré(Le dije, antes de añadir <<Le pediré permiso a mi madre>>. Dani se levantó de un salto y se limpió la arena del costado.
-Vale genial, nos vemos aquí, sobre las nueve (Dijo Dani)
Dicho esto, agarró su pelota de princesas y salió corriendo a seguir pateando a Cenicienta en la cara, una y otra vez.
Aquel mismo día, durante el almuerzo, comenté mis planes para más tarde.
-Estaba pensando salir esta noche (Comenté mientras me servía patatas en el plato)
Noté los ojos de mis padres clavados en mí.
-¿Ah, sí?, ¿Con quién? (Preguntó mi padre)
-Con una gente que he conocido en la playa.
-¿Gente...o chicos? (Me preguntó mi padre con un tono exagerado)
-Chicos...(Respondí con tono exagerado imitándole)                                                                                                            Pero no os preocupéis, son de mi edad.
-Ah, de acuerdo, en ese caso no me preocupa nada (Dijo mi madre)
Odio, cuando se ponen en plan <<¡Ay!, mira nuestra adolescente, jugando a ser mayor>>.
-Pero no vuelvas muy tarde. Y no te emborraches (Dijo mientras intercambió una sonrisa con mi padre).



                                                   CAPÍTULO 7
Esa noche recorrí a trompicones el camino que conducía a la playa, con mariposas en el estómago y un bronceado en las piernas. Tardé en decidirme qué ponerme, desde ir poco arrglada, hasta un punto ridículo (bañador y pareo) y a la ridiculez máxima (tacones altos). Opté por un vestido playero de H&M, chanclas y una rebeca de mi madre. Cuando llegé a la playa, contemplé a aquel chico. Estaba enfrente del mar, sentado en la arena. Miraba hacia el mar y de vez en cuando, daba un trago a una botella de cerveza. Sus amigos hacían el payaso en el agua. Los gritos y las carcajadas fluían y refluían. Pero Dani, se contentaba con quedarse sentado, relajadao, obsevando el mar y...ser él.
Entonces, ¡Ping! Me enamoré. Estaba claro que Cupido me había clavado una de sus flechas. Respiré hondo y me dirigí hacia donde estaban ellos.
-¡Eh, Lara! (Dijo Dani, al tiempo que se levantaba y me plantaba un beso en la mejilla)
Me sonrojé.
-Siéntate, ¿Quieres algo de beber? (Me preguntó mientras me ofrecía una cerveza),
Es una bebida que odio,  pero la aceptaría de todas formas.
¿Y bien, la barbacoa? (Pregunté mientras miraba hacia los lados)
-La verdad está prohibido hacer barbacoas, asi que nos la han confiscado.
-Pues vaya...Es una lástima (Dije)
¿Por qué no estás con tus amigos? (Pregunté, acto seguido di un trago a la cerveza e hice una mueca)
-No te gusta, ¿Verdad? (Dijo con una sonrisa)
-La verdad es que no (Admití)
-Trae, yo me la tomaré (Sus manos rozaron las mías cuando cogió la botella)                                   Me parece que ahí tenemos un par de cocacolas (Señalo con la barbilla una bolsa de supermercado).
-Gracias (Respondí)
Cogí un y la choqué contra su botella.
-Salud (Dije)
-Salud también para tí, Lara No-le-gusta-la-cerveza.
-¿Cómo es que no estás nadando? (Volví a preguntar)
Dani bajó la vista hacia la arena y sonrió; luego, subiño los ojos y los clavó en los míos.
-Porque tengo buenos amigos (Dijo en plan enigmático)
-Ya. Vale. Guay  (Dije sin querer hacer supociones)
Dani no apartó sus ojos de los míos, notaba que la cara se me ponía al rojo vivo.
-Eres muy guapa, ¿Verdad? (Dijo sin más)
¿Qué se suponía que debía decir? Sinceramente, me consido una chica normal. Me quedé callada y puse una sonrisa bobalicona. Di un sorbo de coca-cola solo por algo más que sonreír como una idiota.
Con los ojos en mi boca, Dani acercó su cara a la mía. Me gustaría decir que nuestros labios se fundieron en un apasionado beso mientras las olas chocaban simbólicamente frente a nosotros. Pero en realidad, me atraganté con la bebida.
-Ay, Dios (Dije cuando, por fin, paré de farfullar)
Miré a Dani, pero en vez de observarme con la repugnancia que merecía, sus ojos me miraban con afecto. Con suavidad, me colocó una mano detrás de la cabeza.
-Ven aquí, vamos (Dijo, y tiró de mí hacia él)
Me besó, me acarició la cara y me pasó la otra mano por el pelo y la nuca. Pasamos varias horas en la playa, apenas hablamos simplemente nos encontrábamos tumbados en la arena abrazándole, mientras mi cabeza se apoyaba en su pecho.
Al final, sus amigos se cansaron de hacer el tonto en el mar y se unieron a nosotros. Se pusieron a preparar bebidas, a colocar toallas, y a chorrear agua sobre nosotros. Dani me presentó  a sus amigos. Charlé con ellos, pero necesitaba urgentemente que nos volvieran a dejar solos a Dani y a mí. Sus colegas dijeron que tenían algo de hambre, que iban a por algo de comida, Dani dijo que prefería quedarse conmigo.
-Menos mal. Creí que no iban a marcharse nunca (Dijo Dani)
Con suavidad, tiró de mí hacia el. Mientras nos besábamos, subió una mano por mi pierna, por debajo de mi vestido, por el muslo. Notaba que el corazón me latía más deprisa. Con suavidad le aparté la mano cuando creí que iba demasiado lejos. 
-¿Esque no te apetece?(Murmuró Dani, mientras me besaba la oreja)
Le negé con la cabeza, mientras le besaba.
-Me estás matando, ¿Te enteras? (Dijo)
Me besó con fuerza. La situación era bastante excitante. Pero tampoco quería entregarme sin apenas conocerle. De modo que seguimos besándonos (mucho) y hablando (poco). Cuando el cielo empezó a iluminarse, Dani y yo estábamos tumbados en la arena, con su brazo alrededor de mis hombros y mi cabeza sobre su pecho. Escuchaba los latidos de su corazón.
-Será mejor que me vaya (Dije)
Me besó en la coronilla.
-Lástima (Dijo, mientras se inclinaba hacia mi oído)                                                                                           Tengo planes para usted, señorita.
-¿Te apetece que nos veamos luego? (Dije)
-Claro que sí (Dijo mientras esozaba una de sus sonrisas)
-¿En la cafetería de la playa? (Surgí)
-Donde usted quiera, Lara No-le-gusta-la-cerveza (Dijo mientras se reía)
Se levantó de un salto, y agarrándome de la cintura me atrajo hacia él.
-Eres preciosa (Dijo, y me dio otro beso apasionado)
-Dani, lo siento, pero tengo que marcharme (Dije)
Me giré y me dio una palmada en el trasero.
-Sí vete. Y más te vale estar en la cafetería a las cuatro de la tarde, o lo pasarás mal.
-Mira como tiemblo (Dije en tono burlón)
De este modo me alejé corriendo entre risas, mientras Dani se lanzaba hacia mí. Caminaba feliz, con una amplia sonrisa, mientras el sol asomaba por el horizonte. Llegué al hotel, y al entrar a casa, mis chanclas resonaban sobre el suelo embaldosado, asique me las quité para hacer el mínimo ruído. Con cuidado asomé la cabeza por la puerta de la habitación de mis padres, para que supieran que había regresado. Afortunadamente, estaban dormidos.Me dirigí a la cocina y abrí la nevera, me preparé un vaso de leche y dos galletas integrales. Seguido, fui al salón, agarré el mando del televisor y me tumbé en el sofa, puse un canal de dibujos, pero me estaba durmiendo. Así que, apagué el televisor dejé el vaso en el fregadero, y me fuí a mi cuarto. Me puse el pijama, y me acosté.

Mi Yo.

                                                                                        Silvia

Y esta soy yo, os hablaré sobre mí, principalmente ya que en el otro tema os hablé de amor, me considero una persona muy romántica, demasiado creo yo, 
un gran talento que tengo es mi voz...Mucha gente dice que mi voz a la hora de cantar posee algo mágico (yo no noto nada), me suelen decir e intentan convencerme para entrar en algún programa de canto, siempre me niego, me gusta mi voz, me gusta que la oiga la gente, pero tampoco quiero hacerla tan pública. Los amigos; para mi son fundamentales, sin ellos, no sería yo, me consideran como la payasa del grupo, por parte tienen razón, siempre haciendo el tonto, la malota, siempre liándola parda. Ellos son como esa chispa que te enciende cuando estas apagado. Cada momento con ellos posee algo mágico, hay gente que con el paso de los años se olvida de esas personas que le marcaron una gran etapa de su vida, yo no, no soy de esas, he tenido muchísimos amigos a lo largo de mi vida, y en algún momento les recuerdo; recuerdo aquellos momentos que pasábamos juntos; momentos divertidos, aburridos, entretenidos, melancólicos...Y si, uno se pone un poco depre, y en ese mismo instante piensas, ¿Pero será por amigos?...Y dentro de esa misma amistad hay veces que encuentras el amor, siempre digo que un gran romance comienza por una gran amistad. Y todo comienza con sus palabras...si esas típicas palabras que te hacen pensar y pensar...Yo creo que cuando empiezas a enamorarte es cuando no paras de pensar en esa persona, cuando antes de dormir te imaginas una historia con el, cuando estas a su lado y no sabes cómo actuar, cuando te mira a los ojos y agachas la cabeza, mientras que piensas (``no puedo mirarle, tiene unos ojos tan bonitos, tan brillantes, una mirada tan seductora´´). Y por la noche te vas a dormir, y no paras de dar vueltas, pensando...¿Y qué hará ahora mismo?, ¿Pensará en mí? Bff...seguro que no, el solo pensará en barbies. Y con el paso del tiempo, os hacéis muy muy amigos, quedáis casi todos los días, y te sorprende diciéndote un Te Quiero. Mientas que quedas boquiabierta, y no puedes decirle un ``Yo también´´. En ese mismo instante es cuando sientes que el mundo se desvanece por completo. Al fin, novios, todo funciona genial, a su lado cada momento es mágico. Es nuestra gran historia, prometemos no hacernos daño nunca, estando contigo todo tiene sentido. Vais paseando por la calle y te dice:-¿Ves a esos ancianos de ahí? Ojalá tú y yo llegemos a esa etapa de la vida juntos. Aquellas palabras no se me olvidaron nunca. Hasta que un día una simple conversación cambió las cosas...Para siempre. Nunca más volví a hablar con el, eso de ser amigos nunca funciona. Lo perdí, lo perdí para siempre, simplemente esta encerrado en mis recuerdos. Fue un tiempo, de dolor y rencor, mi bff me dijo: Sal a la calle, sonríe, como si nada te importase, camina por ahí como si todo fuera perfecto, que hablen de ti, que te claven la mirada, que susurren al pasar, que se pregunten porque coño eres tan feliz, pero lo mejor de todo, que se queden con la duda. Sí; estas fueron las palabras de mi BFF, ella me ayudó a seguir adelante. Con el paso del tiempo todo volvió a ser como antes. Conocí a chicos nuevos, tuve más amores, pero ninguno fue tan intenso como este. Y ahora aquí estoy yo, siguiendo con mis estudios y disfrutando de la vida al máximo.